TELECOMUNICACIONES Bruselas retrasa el plazo para revisar la fusión Orange-MásMóvil hasta el 3 de abril. Luis Martín
La reclamación del expediente por parte de la CNMC para examinar la operación desplaza el primer pronunciamiento de las autoridades europeas del 20 de marzo a principios de abril.
Bruselas retrasa el plazo para revisar la fusión Orange-MásMóvil hasta el 3 de abril, según reconocen fuentes comunitarias. Las autoridades iban a pronunciarse sobre la operación el próximo 20 de marzo. Ambas compañías notificaron el pasado 13 de febrero su voluntad de fusionarse, pero la reclamación del expediente por parte de la CNMC (Comisión Nacional de Mercado y la Competencia) para analizar esta megaoperación, que afecta especialmente al mercado español, vuelve a atrasar los plazos de la primera revisión por parte de las autoridades de competencia comunitarias.
Esta nueva fusión está valorada en 18.600 millones de euros y supondrá un cambio importantísimo para el mercado español, puesto que quedarán tres grandes grupos de telecomunicaciones en España. La Comisión Europea asegura que la operación sigue en revisión y que aún están estudiando la autorización de la misma. "Este tipo de operaciones suelen tener dos fases de revisión. La primera es más superficial y es muy difícil que se le luz verde, seguramente en el caso Orange-MásMóvil iremos a una segunda fase y no será hasta después del verano cuando las autoridades europeas se pronuncien de forma definitiva", señala el economista Juan Jung, profesor especialista en telecomunicaciones en la Universidad Pontificia Comillas.
"Es lógico que se produzcan este tipo de retrasos en los plazos, se trata de una operación muy compleja, pero se espera para junio o julio podamos tener respuesta de las autoridades europeas", señala Luis Martín, socio de Abencys y especialista en fusiones.
"La Unión Europea está interesada en la creación de grandes gigantes que sean capaces de asumir las grandes inversiones que se tienen que realizar para el desarrollo de las nuevas tecnologías", señala Luis Martín, que descarta que la operación ponga en peligro la competencia en el mercado en España.
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